los animales del planeta:
historia de los animales
Es importante conocer la historia del movimiento de
protección a los animales por una cantidad de razones. Antes que nada,
el estudiar la historia del movimiento nos enseña sobre los problemas de
bienestar animal que existían en el pasado, los esfuerzos que se han
hecho para solucionarlos y algunos logros específicos.
Además, el entender la historia del movimiento nos enseñará a comprender cómo los esfuerzos de hoy pueden llevar a cambios significativos en el futuro y cómo el progreso gradual ayudará finalmente a que los animales reciban un mejor trato en nuestra sociedad. Puede que no podamos tener la oportunidad de ver todos los cambios nosotros mismos, pero al comprenderlos éxitos de la historia, podemos estar seguros de que nuestros esfuerzos caminan en la dirección correcta.
Finalmente y aún más importante, al estudiar la historia de protección a los animales, aprendemos que el movimiento no puede darse aislado del cambio social, la política, la cultura y la economía. De hecho, el desarrollo del movimiento de protección a los animales está fuertemente ligado a estas áreas.
Aunque cada país tiene su propia perspectiva histórica, esta sección se enfoca principalmente en la historia del movimiento en Inglaterra. Inglaterra tiene la historia más extensa en protección animal y muchos de sus temas tienen paralelos en la historia del movimiento en Europa y América del Norte.
Actitudes humanas hacia los animales La evidencia histórica en Inglaterra sugiere que de 1500 a 1800 “era la costumbre considerar que el mundo estaba hecho para el hombre y todas las otras especies eran subordinadas a sus deseos”. Sin embargo, la gente vivía cerca de los animales. Por ejemplo, tener mascotas era práctica común y se convirtió en una característica normal de las familias ya desde 1700.
El reclamo más notable de Jeremy Bentham en el siglo XVIII de: “La pregunta sobre los animales no es si pueden razonar, ni si pueden hablar, sino si pueden sufrir”, nos brinda los conceptos fundamentales para el movimiento del bienestar animal. Durante el mismo período, muchos escritores y poetas empezaron a expresar su simpatía hacia los animales y criticaban la crueldad contra ellos y su explotación.
Las relaciones de los humanos con los animales han cambiado como resultado del desarrollo agrícola, el crecimiento económico, la expansión urbana y el cambio político. En Inglaterra, la industrialización del siglo XIX estimuló cambios en las actitudes hacia el mundo natural y afectó también la urbanización de la vida social. Con la industrialización de la sociedad, la gente perdió gradualmente el contacto y la afinidad con los animales conforme fue desapareciendo la tradicional dependencia de ellos.
Como el contacto con los animales de trabajo fue disminuyendo, la gente empezó a desarrollar una relación más cercana con sus mascotas. Para el siglo XIX, era práctica común tener animales en los hogares de Inglaterra, lo cual ayudó a generar una visión antropomórfica en la que se aplicaron cualidades humanas a seres no humanos.
Las piedras angulares del movimiento de protección a los animales “Todo gran movimiento debe experimentar tres etapas: el ridículo, la discusión y su adopción”.John stuart mill En 1781 se aprobó la primera ley con respecto a los animales. Escrutaba el trato que se le dabaal ganado en el mercado de Smithfield en Londres. En 1786 se aprobó la ley que requería licencia para la matanza. Aunque no fue aprobada, en 1800 se presentó un proyecto de ley en el Parlamento Británico para ponerle un alto al hostigamiento a los toros [bull baiting, nombre original en inglés].
En 1822, la Ley de Richard Martin para “Prevenir el Trato Cruel e Inapropiado al Ganado” fue aprobada en el Parlamento Británico. Fue la primera ley para el bienestar de los animales en el mundo y convirtió el golpear o maltratar a los animales como caballos, ovejas y ganado en un delito. En 1824, se estableció la Sociedad para la Prevención a la Crueldad hacia los Animales (que llegó a ser la SPCA Real en 1840). La sociedad trabajó especialmente en hacer valer la ley y en condenas. En 1835, se le hizo una enmienda y se expandió para incluir la protección a todos los animales domésticos como perros y gatos.
La primera organización para la protección de los animales en los Estados Unidos, la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad a los Animales, fue establecida en 1866.
Para 1900, ya se habían formado varios cientos de otras organizaciones para la protección de los animales en los Estados Unidos.
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En 1860, la Sra. Mary Tealby, que fue la primera mujer en fundar una organización de bienestar animal británica, fundó el Hogar para Perros Battersea, anteriormente llamado Hogar Temporal para Perros Perdidos y Hambrientos. La organización fue la primera en ofrecer un hogar para perros callejeros.
A principios de la década de 1870, los mamíferos, es especial perros y gatos, eran usados
para vivisecciones en vez de reptiles, los cuales habían sido usados durante las décadas de
1830 y 1840. Durante la década de 1870, se forjaron grupos para luchar contra la vivisección, tales como la Unión Británica para la Abolición de la Vivisección y la Sociedad Nacional Anti- Vivisección. Aunque la SPCA condenaba la vivisección desde el inicio por se un abuso a los animales, no hubo legislación al respecto sino hasta 1876. Esta “ley para
enmendar la legislación referente a la crueldad a los animales” fue la primera de su tipo en el mundo y regulaba un procedimiento de certificación e inspección general de los experimentos con animales.
En 1906 ocurrió un famoso evento conocido como el “Asunto del Perro Café”. Dos estudiantes de medicina expusieron procedimientos experimentales impresionantemente crueles realizados en animales por las instituciones médicas en nombre de la ciencia. Esto llevó a que el Concejo Internacional Anti-Vivisección erigiera la estatua de un perro café en el Parque Battersea, Londres. Fue un simbólico homenaje a los animales que habían sido viviseccionados en laboratorios. Un año después, 100 estudiantes de medicina trataron de quitar la estatua, pero los lugareños la defendieron exitosamente. Aunque la estatua desapareció en 1910, ese mismo año varios miles de personas asistieron a una protesta contra la vivisección en la Plaza de Trafalgar. El incidente obtuvo mucha publicidad a favor de la causa contra la vivisección y también promovió bastante discusión en la prensa del momento.
El año siguiente, en 1911, la Ley de Protección a los Animales fue aprobada en el Reino Unido, lo cual consolidó toda la legislación existente sobre la protección a los animales.
Durante las dos Guerras Mundiales, el movimiento no estuvo muy activo. Richard Ryder, un erudito británico, afirma que la historia de la reforma social sugiere que la guerra tiene un efecto adormecedor en la conciencia.
En la década de 1960, se reveló al público la crueldad de la cría intensiva de los “animales para consumo” (mal llamado “granjas fábrica”) y el mundo se estremeció. El fértil libro de Ruth Harrison, Animal Machines, publicado en 1964, fue primordial para crear conciencia tanto en el público como en el gobierno y promover el debate público. En 1967, Peter Roberts fundó Compasión en las Granjas del Mundo para protestar contra el abuso a los animales de granja.
Sin embargo, a los niveles oficial y legal, poco había cambiado en la práctica. La esperanza
de los organizadores de las campañas se convirtió en decepción y frustración ante la falta de acción del gobierno. Durante la década de 1970, el reconocimiento público de los derechos de los animales aumentó conforme se extendió la idea de detener la explotación animal.
Los activistas se desilusionaron al ver que el gobierno falló y no tomó ninguna acción humanista o efectiva en los asuntos de animales. El influyente libro de Peter Singer, Animal Liberation, motivó a muchos activistas de la época y llevó el movimiento a aumentar su labor. Se organizaron manifestaciones, protestas y peticiones públicas. Desde los setentas, se han sacado animales de laboratorios y granjas y se han saboteado la caza, los laboratorios y los establecimientos de crianza. Estas actividades y sucesos constituyeron una manera controversial de elevar la conciencia pública sobre la problemática de los animales.
Desde los setentas, el movimiento para la protección de los animales empezó a dividirse en dos categorías: bienestar animal y derechos de los animales. Los que creen en los derechos de los animales, creen en el derecho natural del animal a vivir. Buscan establecer derechos básicos para los animales y detener su abuso y explotación por parte de los humanos.
Aquellos que creen en el bienestar de los animales, tienden a aceptar el uso que los humanos hacen de los animales, siempre y cuando ese uso sea humanitario. Tanto los grupos de bienestar como los de derechos se refieren a sí mismos como organizaciones protectoras de los animales. Hay diferentes puntos de vista y el debate está aún presente sobre la diferencia entre los derechos de los animales y el bienestar de los animales. Hay quienes alegan que las diferencias filosóficas entre derechos de los animales y bienestar de los animales son irrelevantes y que lo único que importa es “la compasión, el interés y el respeto” por los animales.
En 2002, Alemania se convirtió en el primer país europeo en proteger a los animales en su
constitución nacional al estipular que “El estado es responsable de proteger los fundamentos naturales de la vida y los animales en el interés de las generaciones futuras”. Suiza también reconoció que los animales eran “seres” mediante una enmienda a la constitución. El cambio de estatus de los animales en los sistemas legales de estos dos países ha servido como piedra angular en la historia del movimiento de protección a los animales.
Como se puede ver en el capítulo sobre las Leyes de Protección a los Animales, la Unión Europea ha sido una fuerza enorme en encabezar los avances sobre el bienestar de los animales a lo largo y ancho de Europa. La Unión Europea introdujo un protocolo a su Tratado de fundación en 1997 y le solicitaba a las instituciones europeas tomar en cuenta el bienestar de los animales cuando tuvieran en consideración la legislación en las áreas de investigación, transporte, agricultura y el mercado interno. Otra influencia relevante en Europa ha sido el Concejo de Europa, el cual, a pesar de haber sido establecido en 1949 como el bastión de los derechos humanos en Europa, incluyó el bienestar de los animales subsecuentemente en su esfera de actividades.
La influencia de la colonización llevó a establecer muchas organizaciones tipo SPCA en Asia, Suramérica y África. Algunas de ellas fueron establecidas hace décadas con la mayoría de los grupos abogando por asuntos sobre perros y gatos y la mayoría de sus fundadores eran expatriados “occidentales”. Actualmente, no obstante, muchas de estas organizaciones son dirigidas por personas de la zona y ya nuevas organizaciones están siendo establecidas por personas locales para abarcar una amplia variedad de problemas referentes a la protección de los animales.
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, muchos grupos en Inglaterra y América del Norte han empezado a cambiar el enfoque de las campañas de sus propios países hacia otros. Varias campañas internacionales tales como la caza de ballenas y focas, la crianza de osos, el transporte durante largas distancias y el consumo de carnes silvestres están llamando la atención internacional y pidiendo apoyo. Muchos países nuevos al movimiento de protección a los animales han logrado conciencia gracias a estas iniciativas y han empezado a desarrollar sus propios programas de protección a los animales.
El apoyo y los recursos a largo plazo para las organizaciones en estos países son vitales para el desarrollo del movimiento de protección a los animales en el mundo entero.
Aunque los filósofos han discutido por siglos el lugar de los animales en el orden del mundo, el movimiento de protección a los animales es un suceso bastante reciente en la historia. Muchos países pueden no tener una historia de 200 años en la defensa de los animales. Sin embargo, hay más y más individuos y grupos que han empezado a cultivar el suelo y sembrar las semillas para el movimiento global de protección a los animales.
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En la escala zoológica el conejo se clasifica dentro de la clase de los mamíferos, en la familia de los lepóridos y en el género de los Oryctogalus, siendo la especie Orictogalus cuniculus propia de Europa, el mediterráneo occidental y norte de África. El conejo doméstico desciende directamente del conejo salvaje "Lepus cuniculus".
Hace varios miles de años, el conejo salvaje abundaba en España y en el sur de Francia. Los romanos han propagado criaderos dentro del imperio y particularmente en Francia. Más tarde, fueron los monjes del sur de Francia, quienes han realmente domesticado el conejo en la edad media, para poder consumirlo durante los períodos de ayuno. Desde entonces, la Francia es considerada como el país tradicionalmente productor de conejos.
El conejo es un buen animal doméstico de selección. Es limpio, dócil e inteligente. El conejo despierta mucha admiración en todo el mundo, por numerosas razones: es tenaz y puede sobrevivir en medio de casi toda clase de situaciones. A causa de su elevada tasa de natalidad, el conejo ha sido capaz de mantener el número de ejemplares de su raza a un nivel constante, a pesar de la intervención del hombre.
El conejo se encuentra en casi todas las regiones del mundo, desde las regiones desérticas, hasta en las zonas polares heladas.
Las primeras noticias sobre la domesticación del conejo datan de la época del Imperio Romano, quienes fueron los primeros en darse cuenta del valor del conejo como producto o mercancía comestible. El origen del conejo doméstico se explica por las diversas modificaciones, debidas a la domesticidad y selección, que el conejo silvestre ha ido sufriendo sucesivamente a lo largo del tiempo, produciéndose así marcadas diferencias entre ellos. Estas diferencias se evidencian sobre todo en lo que respecta a la estructura del cráneo, el tamaño corporal, el color y la textura del pelaje, y el aspecto de las orejas; asimismo difieren en ciertos aspectos fisiológicos como en la duración del celo, que en los domésticos se prolonga a lo largo de todo el año, afectando así positivamente en su prolificidad.
Dadas las características de esta especie en cuanto a su precocidad sexual, su alta fecundidad, breve ciclo reproductivo, gran proliferación y proteína animal para la alimentación humana, la cunicultura ha pasado, en pocos años, de la explotación familiar, en la que se dedicaba la cría al propio consumo, a la explotación industrial.
Un ejemplo clásico de esta adaptabilidad y rápida reproducción ocurrió en la isla de Porto Santo, del archipiélago de las Madeiras en 1.418. Los portugueses soltaron conejos en la isla y los ellos se multiplicaron de tal manera que la isla tuvo que ser abandonada por sus habitantes. Otro ejemplo ocurrió en Australia, donde los conejos fueron introducidos por los ingleses. Los conejos se convirtieron en una verdadera peste hasta el punto que se introdujo deliberadamente la enfermedad para acabar con la población de los conejos.
Durante la segunda guerra mundial se pudo observar que muchos países en donde existían dificultades para la alimentación, se ha incentivado la población a dedicarse a la cunicultura a nivel familiar.
Hoy, esta especie es explotada, no solamente para la alimentación, pero, también para la industrialización de la piel.
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